jueves, 12 de febrero de 2009

Sonia y Ana

Todo el dia sin poder evitarlo estuve pensando en Ana. Cuando llegamos a comer a casa no pude dejar de verla y pensar en que es muy bella. Cuando Juan regreso al trabajo y nos quedamos solas ella lavando los trastos y yo recogiendo la mesa no pude evitar el acercarme a ella y besarla diciendole cuanto la amo. Nos dimos un abrazo y seguimos con nuestras labores.

Trabaje un buen rato en el pequeño estudio que tenemos en casa y ella preparo su clase de mañana y el material que necesita para impartirla. Cuando Ana preparaba la cena y yo ponia la mesa nuevamente pude observarla detenidamente y pense en lo mucho que significa para mi.

No pude evitar al ducharme empezar a pensar en ella y en la tibieza de su piel. Mi mano bajo a mi entrepierna y no pude evitar el desear hacerle el amor. Le llame y acudio a ver que se me ofrecia. Cuando pregunto le dije que la necesitaba, que necesitaba sus caricias y su amor. Se metió a la ducha conmigo y nos amoams bajo el agua de la regadera. Cuando salimos de la ducha seguimos en nuestro cortejo, un beso aqui, otro alla, un toque, un roce y el beso que nuevamente unia nuestras bocas y lenguas mientras los cuerpos se pegaban. La cena acabo en segundo plano. Cuando Juan llego pregunto el porque estabamos en bata de baño las dos sin vestirnos. Le contamos lo sucedido y riendose comento:

Creo que esta noche dormire en el cuarto de huespedes. Ana me sonrio llena de complicidad. Cenamos los tres, juntamos el servicio mientras Juan deba un vistazo al periodico y veia las noticias en la TV. Fuimos a darle un beso de buenas noches y nos retiramos a la recamara.

Cuando Juan se iba a dormir discretamente cerro la puerta y se fue a la otra recamara.

Me encantan esos pequeños detalles de Juan. Sabe adivinar cuando dejarnos solas.

Nos hicimos el amor varias veces y acabamos dormidas una en brazos de la otra.

Los amo a los tres Sonia.

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