lunes, 9 de marzo de 2009

Amos

El viernes por la noche mientras cenábamos hablamos ampliamente sobre lo que tanto Juan como yo deseábamos hacer el fin de semana. Deseábamos una sesión de todo el fin de semana para empezar con lo que nos propusimos de involucrar y comprometer nuestra relación amorosa en una relación de prácticas BDSM.

Quedamos en que a partir de que nos levantáramos el sábado por la mañana tanto Ana como Luis deberán comportarse como sumisos nuestros. Hablamos un poco  de límites y fantasías y no hubo mayor problema, Los límites son normales y conociéndonos como nos conocemos serán fáciles de respetar y quizás algunos de superarlos para todas las partes.

Nos acostamos como de costumbre los viernes algo tarde aunque en esta ocasión no salimos de casa.

 

El sábado por la mañana empezó lo planeado. Empezó con que tanto luis como Ana tuvieron que pedir permiso para sentarse a la mesa con nosotros. El hablar de Ud y el bajar las miradas. Una vez que desayunamos Juan les indico a ambos que nos acompañaran al servicio y ya ahí les ordeno que se desnudaran. A continuación les indico que deseaba que Ana afeitara completamente a luis. Solo debía dejar el pelo, las cejas y las axilas sin afeitar. Luis protesto un poco por los brazos y las piernas. (luis es una persona que tiene bastante bello). Sobre todo por los brazos ya que esos se notaran afeitados por todos. Juan le indico que usara camisas de manga larga, dando por terminada la discusión. A su vez luis debía depilar completamente a Ana. Respetando el pelo y las cejas.

Cuando Ana empezó a afeitar el pubis y los genitales de luis este empezó a tener una erección por lo que tuve que apretar sus testículos fuertemente y decirle que se controlara. Fue curioso nunca lo había hecho anteriormente y descubrí que tengo un lado sádico.

Cuando terminaron tanto Juan como yo revisamos a ambos. Juan les indico que se ducharan y se vistieran. Por ser días de asueto debían vestir sin ropa interior. Una vez que estuvimos todos presentables, bañados y vestidos fuimos de compras. Empezamos por ir a la tienda de mascotas y comprar un par de collares de cuero. Ana escogió uno de color Rosado y luis uno en color crudo. De ahí fuimos a la sex shop y compramos algunos juguetes y ropa temática para los cuatro. Pasamos por HOME DPTO. y compramos algunas cosas como herrajes, cuerdas, etc. Después a la farmacia y por último fuimos por la despensa y de ahí a casa.

 

Comimos pizza que encargamos e higienizamos los juguetes que adquirimos.

Debo decir que llegando a casa lo primero que ordeno Juan fue que se desnudaran y que se hincaran. Me dio el collar que compramos para luis y el tomo el de Ana.

Dirigiéndose a ellos les dijo:

 

¿Aceptan este collar que los convierte en nuestros sumisos, prometiendo que pondrán todo de su parte para obedecer, agradar y complacer a sus amos a pesar de que estén cansados, no les guste o les resulte difícil, doloroso o humillante?

Ana y luis respondieron Si Amos.

A continuación le puso el collar a luis y yo a Ana.

 

Le pedimos a Ana que se pusiera un top y un short y a luis que se pusiera una remera y un short.

 

Pedimos como decía una pizza y comimos todos. Fue hermoso y me dio mucho placer el ver a ambos tratando durante la tarde de agradarnos y complacernos en todo.

 

En un momento cuando ya anochecía, Juan les indicó que se retiraran a la casita anexa y nos dejaran solos.

Hablo conmigo de sus planes y me pidió mi opinión. Estuve de acuerdo casi en todo y asi entre los dos planeamos la forma de cómo usar a nuestros sumisos.

Mientras Juan les llamaba yo  Prepare las cosas.

Cuando acudieron Juan tomo a Ana por el collar y yo a luis. Los llevamos a la sala y ahí les informamos que deseábamos usarlos. Juan desnudo a ana y yo a luis.

Le pedi a Ana que me ayudara a colocarme un cinto con un dildo (parte de lo que adquirimos). Juan le dijo a ana que se colocara a cuatro patas con las rodillas separadas.

Cuando lo hizo empezó a acariciar su vulva hasta que sintió que se humedecía. Coloque dos mesitas una a cada lado del cuerpo de ana a la altura de sus caderas. Le indique a luis que separara las piernas y se inclinara de tal forma que sus manos descansaran una en cada mesita y con su cuerpo cubriera el de ana sin apoyarse en ella. Lo hizo y empecé a lubricar con mi dedo la entrada de su ano. Cuando sentí que estaba listo le informe que lo penetraría y asi lo hice. A su vez Juan penetro vaginalmente a Ana y le ordeno que lamiera y chupara el pene de luis. Ambos no tardaron en correrse, quizás por el morbo o la postura o que se yo. Como Juan y yo no habíamos terminado, una vez que recuperaron el aliento un poco, Juan me recostó boca arriba en la mesita. Coloco mis piernas en sus hombros y me penetro.  Le ordeno a ana que lamiera sus testículos y yo a luis que chupara mis pezones y acariciara mi clítoris. Explote al mismo tiempo que Juan en un orgasmo múltiple que me hizo gritar.

Cuando nos separamos le indique a Ana que lamiera mis labios y mis muslos para limpiar mis jugos y el semen de Juan que salía de mis entrañas. A luis le indique que hiciera lo mismo con el pene y los muslos de Juan.

No pude resistir la tentación de tomar entre mis manos los senos de Ana y apretarlos clavándoles mis uñas y jalándola hacia arroba para dejarla frente a mi cara y besarla mientras le decía:

Te Amo perrita mía.

Su boca devolvió mi beso de forma muy intensa.

 

Juan le ordeno a luis que prepara unos tragos y mientras bebíamos charlamos sobre lo sucedido.

Ninguno encontró queja alguna y solo Ana y yo nos comentamos que ambas habíamos descubierto cosas que ignorábamos. Ella su masoquismo y yo mi lado sádico.

 

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